El Universo va bien



Después de la Tercera Guerra Mundial o ni eso… ¡La humanidad por fin se ha extinguido!

Ni el virus, ni el recalentamiento global.

Algo que debió pasar completamente desapercibido…

Luego la llegada de los extraterrestres…
…Incapaces de imaginar el desastre.


Los alienígenas entienden como formas naturales de vida a lo único que ha sobrevivido: MILLONES Y MILLONES DE SILLAS. Recogen algunas de las sillas, creyéndolas esqueletos de seres prehistóricos. Deciden clonarlas y darles vida.
¡SIN SABER LA ABERRACIÓN QUE ESTÁN COMETIENDO!

El plan de clonación y normalización de la vida en la tierra está en auge y causa furor. Los extraterrestres gozan de paseos a sus zoológicos de sillas recubiertas de apetitosa carne.

Las sillas son esclavizadas y consideradas inferiores, bestiales y sin sentimientos, pero curiosas y entretenidas.

Montan ferias para exhibir sus criaturas cuadrúpedas.

Entre tanto, nuevas investigaciones sobre la vida en la tierra, llevadas a cabo por eminentes extraterrestres científicos, dan a conocer el exoesqueleto de gambas, langostas y grillos. Pero interpretan nuevamente mal su morfología, asociando estos seres antiguos a las sillas, y a un manjar de lujo.
APETITOSA CARNE.

Clonan gambas de modo inverso, cuyo caparazón se esconde bajo la tierna y delicada carne, y establecen exquisitos restaurantes de degustación de marisco y sillas por toda la galaxia.





UN RÉGIMEN HIGIÉNICO Y DE TERROR SE ESTABLECE.
Obligan a las sillas a reproducirse, y a abrirse de patas en monstruosos criaderos.






Los extraterrestres pronto se aquejan del hastío. De enfermedades desconocidas. Del mal de la gota. Empieza la decadencia.
En un desenfreno total, se organizan corridas de sillas y espectáculos sangrientos.

La moral pequeño burguesa de los defensores de los derechos de las sillas logra la abolición de estos espectáculos, sin dar ninguna importancia al exterminio de las sillas en mataderos.

Pero el tedio es tal, que los extraterrestres deciden finalmente abandonar el planeta en una gorda nave y olvidarse de las sillas.
